M     I     C     H     E     L        K     O     V     E     N

“¿Acaso cabe otro mundo en este nuestro, un mundo todavía más secreto que este mundo misterioso de a diario? Así lo han visto los ojos del artista, así lo está amparando esta pintura en su hondo regazo, en su poderoso sueño tenebroso. Es el mundo del mito, una manera de sabernos que nos ha sido dada en el pozo de los duendes.

 

Aquí la carne telúrica, casi aún vegetal, enredada en el suelo, sonámbula en sus pasiones, se debate en la gruta, tanteando sus sombras. Pero ya tiran de ella ramas vivas, las hojas ocres, los espacios, para que encuentre norte y cobre altura. Se han llenado los aires de inflorescencias raras entre un polvo de oro y piel reseca. Nace el cosmos con la carne a su primer desorden, a su fuego interior, a su sed deliciosa, a su vida y su muerte. Ha empezado el viaje, ya se ha abierto la herida, el desafuero, en los cielos y en la tierra. Tanta exacerbada carnalidad, ¿qué razón necesita que no arda en su llama? ¿Llegaremos a saber quién se pregunta, quién se duele en su asombro planetario?

 

Ha respondido la belleza, puesto que reina a solas”.

Vicente Gallego: Fotomitos